Las Aguilas superaron a Rosario por 24 a 21 con un penal sobre la hora y disputarán, una vez más, la final ante Tucumán. Al bicampeón le faltó orden y concentración en varios pasajes del partido, algo que sí tuvieron los rosarinos
La satisfacción por haber accedido nuevamente a la final era grande, pero el análisis sobre lo realizado dentro del campo de juego preocupaba a más de uno luego de que el resultado dictara la sentencia. Buenos Aires encontró en Rosario a un duro rival que lo complicó durante la mayor parte del transcurso del encuentro, no pudo plasmar esos planes que seguramente practicó intensamente en la semana y entonces la victoria fue sufrida y ajustada.
Fue Hindú Club el escenario testigo de un partido aguerrido y con resultado cambiante. Rosario, el seleccionado que hace poco tiempo luchaba por no descender en el Argentino, llegó a esta semifinal para jugarle de igual a igual al bicampeón del certamen. No le tuvo respeto al conjunto porteño y peleó todas las pelotas con ímpetu para dejar en claro que su excursión por Don Torcuato no era un paseo cualquiera.
Y comenzó arriba en el marcador el Ñandú cuando el ingoal local fue visitado por José Basso. Reaccionó Buenos Aires y apoyó a través de Francisco Albarracín y Santiago Fernández. Sellaron la primera etapa a favor de la visita Pablo Iguri y Mateo Escalante, con un try y dos penales para el 18 a 14 final. Pero el desarrollo de estos primeros cuarenta minutos no fue vistoso y por momentos resultó poco entretenido.
La gran cantidad de público que disfrutaba de la primaveral tarde torcuatense esperaba ver un complemento diferente, un juego más organizado al menos en el conjunto local. Y con la exquisita combinación de pases que derivó en el try de Pablo Gómez Cora a los 3' del complemento, se imaginaba que tal situación podía suceder. Sin embargo, el orden prevalecía en Rosario de tal forma que Las Aguilas tuvieron que trabajar el partido con paciencia para ganar metros en el campo de juego.
Con un ida y vuelta mezquino por parte de ambos, la ovalada se repartió por todos los sectores del terreno sin ser apoyada nuevamente en un ingoal hasta el final del encuentro. Mateo Escalante empató en 21 a través de un penal a los 13', pero no logró acertar en otras dos oportunidades. Y recién a los 38' pudo marcar la diferencia local Federico Serra para obtener el pase definitivo a la definición del torneo.
Pero sufrió sobre el final Buenos Aires, porque un nuevo penal a su favor pegó en el poste y el contraataque rosarino paralizó al corazón de más de uno. Hasta que el árbitro tucumano Agustín Auad cobró pass forward. Insistió Rosario, llegó a metros del ingoal rival pero un knock on dio por terminado el partido y ahí sí, las almas locales regresaron a sus cuerpos.
Alegría y disconformidad quedó en el conjunto de Las Aguilas. Tristeza y tranquilidad en el Ñandú. El primero, nuevamente ante Tucumán, deberá trabajar duro para realizar un buen papel y obtener la triple corona consecutiva. El segundo, si continúa por el mismo camino, esperará ansioso una nueva edición del Argentino para dar un paso más con un mejor desempeño.
Fuente :Rugby Time.

0 comentarios:
Publicar un comentario