Bienvenido Rugby boliviano. | Por: Maximiliano Simoncelli

Maximiliano Simoncelli es un periodista que escribe para el sitio Heavensgame.com y esta encargado de la sección de América. Heavensgame tiene como propósito principal la difusion de las actividades rugbisticas en los paises fuera del Top Tier. Bolivia no podia estar ausente, por lo que Maximiliano se comunicó con varios de los que comenzaron con el rugby en nuestro país e hizo una excelente nota. Aqui va la primera de varias partes.

LAS DIFICULTADES DEL TERRENO

El intento de sembrar la semilla del rugby en Bolivia data de la década de los '60, tiempo en que José Pipo Viale, apasionado rugbier cordobés, artista y amante del vino –como Juan Carlos Anaya lo describe- llega a Cochabamba, ciudad de la que por muchos motivos se enamoró y lo acogió en innumerables ocasiones. En un país donde el fútbol se vive con pasión, un deporte tan complicado de entender como el rugby tuvo logros insatisfechos en sus primeros intentos de incursión.

José Pipo Viale (Foto: URC)

Hay quienes afirman que ingleses instalados en minas jugaban al rugby previo a los '70, pero no es sino hasta finalizar los años '80 que el rugby nace en Bolivia espontáneamente, a través de un grupo de franceses instalados en La Paz. Estos jugadores, miembros de la embajada francesa y del colegio franco boliviano, agruparon algunos bolivianos y formaron un equipo que trabajó un par de años incluyendo una pequeña gira por Chile y un encuentro casual con un conjunto de la Guyana Francesa en gira por Sudamérica.

Conversión francesa.(Foto: Roberto Piñero)

A la partida de los franceses el rugby desapareció quedando solo algunas fotos y cartas dirigidas a la FFR para recibir apoyo. El intento más cercano de formar un nuevo equipo surgió a principios de los 90 en Cochabamba. Una docena de entusiastas y un balón de fútbol americano entre ellos, pero el proyecto se desvaneció en el tiempo una vez más.

Franceses y boivianos jugando a 3600 mts. sobre el nivel del mar.(Foto: Roberto Piñero)

LOS ARGENTINOS DE SANTA CRUZ GERMINAN EL RUGBY CAMBA

Las consecuencias de la debacle socioeconómica argentina de los primeros años del siglo XXI está íntimamente relacionada con el nacimiento del rugby cruceño. En la Argentina de 2002, alrededor de la mitad de la población estaba desocupada u subocupada y un altísimo porcentaje vivía sumido bajo la línea de la pobreza. Dos tucumanos y un cordobés , pioneros del rugby en Santa Cruz, nos cuentan sus historias personales, su llegada al rugby, su nueva vida en Bolivia y como impulsaron el deporte.

"Formaba parte de un diario que se cierra durante la crisis argentina. Siendo un diseñador gráfico que vivía en un país donde el concepto de publicidad había trocado su sentido: inversión a gasto, las perspectivas no eran buenas", comenta Guillermo Griet, uno de los fundadores de Jenecherú RC, "por lo tanto, como muchos otros argentinos lo hacían, tuve que buscar mi camino cruzando la frontera dejando atrás familia, amigos y un amado club, Tucumán Lawn Tennis, donde había aprendido a ser hombre de rugby". A través de un amigo, llegó a Santa Cruz, con la idea clara de forjar un futuro. Al poco tiempo, descubrió que el rugby no existía. Continúa Guillermo: "un rugbier puede acostumbrarse a estar lejos de la madre, de su tierra, pero no lejos de la ovalada y de un equipo de amigos".

Una historia similar es la de Martín Alcorta, gestor junto a Sergio Vitale de la idea madre de Jenecherú y fundador junto a José Graña de UDABOL, el tercer equipo cruceño.

Martín, reconocido loco por el fútbol y los autos, pasó su infancia fascinado entre los talleres y los autos del autódromo, y las pizzas de viernes o sábado por la noche mirando fútbol por televisión. Estas pasiones, que compartía con su hermano y su papá, quien formaba parte de la Comisión de Pilotos de una categoría donde sólo competían Volkswagen 1500, lo llevaron a practicar el rugby con la misma intensidad. El deporte estaba de moda entre los amigos de Martín: "La mayoría de mis amigos jugaban en el club Los Tarcos, en Natación y Gimnasia y unos pocos en el CEF 18", comenta y prosigue "Martín García, un amigo, vino a mi casa con una pregunta directa: '¿No vas a ir a entrenar?'. Me incitó a ir a Natación y Gimnasia, y me decidí. Era un martes con un frío azotador. La primera práctica no sabia donde pararme, preguntaba a mis compañeros, estaba muy perdido", recuerda sonriendo. "Luego de varios prácticas, un entrenador me recomendó jugar de pilar izquierdo y me enamoré del puesto". Martín y su familia, en plena época de la crisis, no contaban con un trabajo estable, por lo que una prima de su mamá los convenció para ir a Santa Cruz, dónde mal no les ha ido.

Pablo Lavezzo, cordobés de nacimiento y vicepresidente de Santa Cruz RC, empezó a practicar el deporte en Ledesma, Jujuy, a los 13 años. "Mi grupo de rugby era muy unido. No había fiesta de 15 en dónde aunque no estuviéramos invitados la pasáramos muy bien". Su llegada a Santa Cruz, también por razones laborales, le permitió seguir despuntando su pasión por el rugby e intentar transmitir a los chicos lo que sus entrenadores le enseñaron: formarse como hombre de bien.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Walgreens Printable Coupons