En un partido atípico por la cantidad de cambios y por el contraste técnico del rival, Los Pumas golearon a un Chile Invitación -reforzado por varios mendocinos- por 70-14 en la cancha del CASI, en lo que fue su despedida de la Argentina antes de disputar el Mundial de Francia. Por otra parte, Gonzalo Tiesi sufrió una seria lesión y podría quedarse afuera de la RWC.
Poco se le podía pedir al rival, que amablemente se prestó como crush test dummy de este conjunto nacional que está cada vez más fuerte y afilado físicamente.
Eso sí, ya sea por el espectáculo o para sacudir el frío, las dos intercepciones de Cristobal Berti a Felipe Contepomi pagaron el cruce de la Cordillera. Más allá de eso, Chile cumplió con su tarea con hidalguía y respeto.
Es difícil realizar un análisis profundo en un encuentro tan peculiar como este. No sólo por la diferencia en el juego y en el marcador, sino por su carácter simbólico y porque se definió desde muy temprano. Si hay que decir que tanto en lo colectivo como en lo individual nadie puede dejar las instalaciones del CASI con una mueca de preocupación.
En cuanto a las formaciones, el line funcionó a la perfección -aunque tuvo poca o nula resistencia-, el scrum pudo haber sometido más pero ese era parte del plan de juego, y el maul, arma predilecta del pack Puma, casi no fue puesto en marcha. La sensación reinante -además del frío- es de conformidad, mesura y de tranquilidad. La misma que transmite Marcelo Loffreda y sus colaboradores cada vez que hablan de la preparación del equipo.
Manuel Contepomi runbo al ingoal chileno.
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